Las procesiones del Santo Entierro y el Vía Cruzis de Penitencia fueron las celebradas en Viernes Santo

FOTO: Loli Cortázar / Alumnos fotografía Zona 5


Ayer, Viernes Santo, la ciudad de Santander vivió dos procesiones que, con su solemnidad y riqueza artística, lograron conectar a la comunidad con la espiritualidad y la tradición. La "Procesión General del Santo Entierro", realizada a las 20:00 horas desde la Plaza del Ayuntamiento y organizada por la Junta General de Cofradías Penitenciales, y el "Vía Crucis de Penitencia", iniciado a las 00:15 horas del ya sábado, desde la Iglesia de San Francisco, fueron un claro reflejo de la fe que perdura a lo largo de los siglos. 

La esencia del Santo Entierro: La primera de estas procesiones tuvo como propósito conmemorar el entierro de Jesucristo tras su crucifixión, representando un momento clave en la historia cristiana antes de su resurrección. En un recorrido por Plaza del Ayuntamiento, Calvo Sotelo, Paseo de Pereda y Lope de Vega, desfilaron todas las hermandades con sus pasos, desde las secciones infantiles hasta las titulares, en una unión de tradición y comunidad.  

Entre las imágenes procesionadas destacaron: "La Entrada en Jerusalén" de la cofradía infantil El Descendimiento, "El Prendimiento" de la Junta de Cofradías, "Jesús de Medinaceli" y "El Cristo del Perdón" de la cofradía El Amor, entre otras. 

La consejera de Presidencia, Justicia, Seguridad y Simplificación Administrativa, Isabel Urrutia, se sumó al recorrido, resaltando la importancia cultural y religiosa de este acto en el marco de la Semana Santa. 

FOTO: Nacho Romero / Gobierno de Cantabria


El Vía Crucis, un homenaje al sacrificio de Cristo: Ya en la madrugada del sábado, la Hermandad de Los Dolores lideró el "Vía Crucis de Penitencia", con el paso del Cristo del Amor, acompañado por la Virgen y San Juan. El recorrido incluyó calles emblemáticas como Plaza de la Esperanza, Rualasal, Arrabal y Plaza de la Porticada, culminando en la carpa de Exposición de Pasos. Este evento nocturno ofreció un ambiente más recogido e íntimo, invitando a los asistentes a meditar sobre el camino al Calvario y el mensaje de redención. 

Herencia artística y legado histórico: Es importante destacar el valor artístico de las tallas que se procesionaron. Obras datadas entre 1939 y 1951, como la imagen de San Juan, fueron creadas por escultores de renombre como Lorenzo Coullaut y Daniel Alegre, tras el incendio de 1920 que destruyó gran parte del patrimonio barroco de la ciudad. Estas imágenes, herederas de un relato escultórico del siglo XX, se han convertido en un legado que conecta generaciones con la historia y la fe. 

Las procesiones de Santander no solo son expresiones de religiosidad, sino también un testimonio vivo de una tradición que se remonta al siglo XVI, cuando los autos sacramentales dieron lugar a desfiles procesionales. Desde los primeros registros en 1530, hasta hoy, estas celebraciones continúan inspirando a quienes buscan una conexión espiritual y cultural. 

Así, el Viernes Santo en Santander no solo se convierte en un acto de devoción, sino también en una celebración que une fe, arte y comunidad. 

Galería de fotografías: Gentileza de los alumnos de fotografía de Zona 5 de Santander

Loli Cortázar

María del Carmen

Aurora

Aurora

Aurora

AURORA

Aurora

Inés Noguerol

Florencio

Inés Noguerol

María del Carmen